Construir una nube europea: un reto tan difícil como necesario

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La UE ya tiene su ‘moonshoot’ para la próxima década. El ministro alemán de Economía y Energía, Peter Altmaier, utilizó este término, que se utiliza de forma genérica para los proyectos muy ambiciosos en tiempo y en inversión, para referirse a Gaia-X, la plataforma de servicios en la nube europea que los dos gobiernos más fuertes de la UE, el alemán y el francés, están poniendo en marcha.

El primer paso ha sido la creación, con sede en Bruselas, de una organización sin ánimo de lucro, dotada con un presupuesto de 1,5 millones de euros. La iniciativa cuenta con el apoyo de varias de las principales empresas europeas, como Amadeus, Orange, SAP y Siemens, y se prevé que esté funcionando en 2021.

¿Qué es Gaia-X?

Faltan por concretar muchos aspectos, pero Gaia-X será una plataforma, no un proveedor de servicios en la nube. Esta plataforma se regirá por estándares comunes para almacenar y procesar los datos, en servidores localizados en territorio de la Unión Europea y, por supuesto, cien por cien acordes con su regulación, especialmente en lo relativo a la privacidad de los usuarios. Se trata de garantizar la seguridad, pero también la facilidad de uso, la interoperabilidad y la creación de valor, reflejando los valores europeos en áreas tan importantes como la protección de datos y la transparencia.

¿Por qué una nube europea?

Desde un punto de vista geopolítico, el principal objetivo de Gaia-X es tan ambicioso como complicado. Se trata de ir construyendo una alternativa europea al enorme dominio de las ‘big tech’ en el mercado clave de la computación en la nube. Según datos de la consultora Gartner, Amazon Web Services domina el mercado con una cuota del 47,8%, seguido por Microsoft, con Microsoft Azure, que tiene un 15,5%. Los otros dos líderes del sector, por debajo del 10% de la cuota, son la china Alibaba y Google.

Esta situación de mercado deja actualmente a Europa y a sus empresas en una situación de completa dependencia de actores con sus propios intereses.

Además, empresarialmente, Gaia-X tratará de contribuir a fomentar la innovación en Europa, creando un ecosistema en ‘cloud‘ que permita a su vez la creación de nuevas empresas. La computación en la nube es esencial para el desarrollo de aplicaciones de inteligencia artificial y ‘big data’.

Nuestra opinión

En línea con nuestros comentarios a la Estrategia Europea para los datos, que acaba de ser sometida a consulta pública, desde la Asociación Europea para la Transición Digital apoyamos la creación en Europa de entornos de innovación que traten de disputar la actual posición de mercado de los gigantes tecnológicos internacionales.

En un mundo de complejidad creciente, acrecentada por la crisis del coronavirus, los discursos políticos de ‘independencia’ o ‘soberanía’ con respecto a actores extranjeros deben ir acompañados de inversión y ambición. Los impulsores de la economía del data deben merecer la confianza de los ciudadanos europeos. Y la UE cuenta con empresas potentes y competentes para realizar los desarrollos tecnológicos que necesita.

Un aspecto de Gaia-X es especialmente interesante: la integración de esfuerzos entre los diferentes Estados para compartir sus avances. Esto es, a juicio de nuestra Asociación, muy relevante para las empresas europeas, ya que así se mitiga el coste económico de la curva del aprendizaje. Los ciudadanos también se benefician, con precios de mercado más bajos.

En 2020, los pesimistas tienen buenas razones para pensar que Europa llega tarde a la batalla de la computación en la nube. Pero tarde es mejor que nunca, especialmente cuando hablamos de una tecnología que nutre el desarrollo futuro de la economía digital. Por eso es hora de ponerse manos a la obra.