¿Podrían las ‘big tech’ lanzarse al asalto del sector financiero? Desde hace ya varios años, los indicios de que a las llamadas GAFA les interesa este negocio son claros, pero sin embargo no han terminado de lanzarse a por él.
Uno de los motivos es su fuerte regulación. El mundo de las finanzas ha de cumplir unos reglamentos y estándares de seguridad comparativamente mucho más fuertes que en otros sectores de la actividad, algo muy comprensible dado su carácter sistémico.
En este mundo se necesitan garantías de solvencia de las entidades, de los depósitos y las cuentas deportivas, vigilancia del cumplimiento fiscal, mecanismos contra el blanqueo de los fondos obtenidos en el tráfico de armas, de drogas o de personas… En definitiva, nada que ver con lo que sucede, por ejemplo, en el mundo de las redes sociales, donde empresas como Facebook han sufrido brechas de datos que han afectado a más de 500 millones de personas. Y no ha pasado nada.
Además, los bancos tienen una serie de exigencias en materia de transparencia muy elevadas. Están obligados, por ejemplo, a explicar la ‘letra pequeña’ de las operaciones, un terreno en el que han avanzado en los últimos años tras la crisis financiera de 2008 y, en España, el escándalo de las preferentes.
El congreso anual de Asufin (Asociación Usuarios Financieros), que tuvo lugar el pasado 25 de noviembre, fue una buena ocasión para debatir en torno a estos temas. La Asociación Europea para la Transición Digital (AETD) participó a través de su vicepresidenta y portavoz, Ana Caballero.
Fintech vs. Big tech
Caballero resaltó la importancia de la claridad y la transparencia en el modelo de negocio de los diferentes actores que están llegando en los últimos años al negocio financiero, entre los que destacan las llamadas ‘fintech’ -startups que aplican soluciones tecnológicas a la gestión financiera-, como, por ejemplo, Coinbase, Ripple o Square. Según un reciente informe de McKinsey, las ‘fintech’ ya han captado, gracias a sus precios competitivos y la rapidez de sus servicios, entre el 3% y el 5% de los ingresos bancarios en Estados Unidos y el Reino Unido.
Como empresas innovadoras, estas ‘fintech’ pueden desarrollarse en los denominados ‘sand box’, unos campos de pruebas donde adaptarse a las diferentes y estrictas regulaciones del sector financiero sin coartar su crecimiento. En su intervención, Caballero resaltó sus diferencias con las grandes compañías tecnológicas, que siempre han demostrado una gran habilidad para camuflarse de lo que no son y así beneficiarse de unas condiciones regulatorias más laxas.
La AETD también insistió en la necesidad de ser muy exigentes respecto a la protección del consumidor, en este caso en el entorno financiero, en línea con la campaña de la Asociación ‘Eres consumidor digital: tienes derechos’. “La posición que tiene un consumidor respecto a los GAFA es absolutamente desequilibrada, y eso implica que pueden abusar de nosotros. Lo hacen fundamentalmente a través de los datos”, aseguró Caballero, que recurrió a un ejemplo del ámbito financiero: los comparadores gratuitos de seguros o de hipotecas. “Parece que son gratis, pero no lo son, porque estamos pagando con nuestros datos”, explicó.
También en el terreno financiero, la AETD pide una transición digital ordenada, que tenga muy en cuenta el valor del dato y los derechos del consumidor, y defiende la capacidad de innovación y las posibilidades de crecimiento de las empresas europeas, tanto ‘fintech’ como grandes bancos.