1. Un cambio de época, una encrucijada para Europa
La revolución tecnológica y digital supone un cambio de época lleno de complejidad, incertidumbres y retos. Está cambiando la forma en la que vivimos, no sólo como individuos, sino también como sociedades.
La tecnología también ha tumbado las tradicionales fronteras entre países. Los avances y servicios que llegan de la mano de las nuevas tecnologías se imponen en un mundo globalizado. Ante esa realidad, Europa está en una encrucijada histórica: asumir un rol pasivo o aspirar a liderar el futuro.
2. La revolución tecnológica y digital supone una inmensa oportunidad para crear una Europa más fuerte y unida
La Unión Europa es un referente global en protección y promoción de los Derechos Humanos. Ha llevado a Europa el periodo de prosperidad y paz más largo de su historia moderna. Creemos que, frente a las voces que actualmente lo cuestionan, el proyecto europeo tiene hoy más sentido y es más necesario que nunca.
Todas las dimensiones de nuestras vidas tienen hoy una expresión online, digital. Asimismo, la tecnología ocupa un lugar central en los principales procesos políticos, económicos y sociales de nuestros Estados.
Todo ello ofrece una inmensa oportunidad para la Unión Europea: poder acercar a los ciudadanos europeos y unirlos en la certeza de que todas las dimensiones digitales de sus vidas se desarrollarán bajo los principios y valores que elegimos para nuestro proyecto común. Esto es: dignidad, libertad, igualdad, solidaridad y justicia.
Creemos que Europa debe abordar la respuesta al reto de la Revolución Tecnológica y Digital como un proceso ordenado de Transición. Para garantizar que no se creen rupturas entre los territorios y los colectivos que resulten ganadores o perdedores de este proceso. Ganadores, los que tengan el control sobre las tecnologías. Perdedores, los que no. Defendemos una Transición Digital Europea ordenada y para todos.
3. Pero la revolución tecnológica y digital también supone una amenaza para la soberanía europea
Aún siendo incuestionables palancas de progreso, durante los últimos años hemos asistido a hechos que muestran que la tecnología y lo digital también implican importantes amenazas para la calidad democrática y los derechos y libertades de los europeos. Ciberataques, casos de espionaje informático, vulneraciones de la privacidad, injerencias en procesos electorales, fake news…
Por otro lado, la revolución tecnológica y digital está generando cambios y disrupciones en la economía, el mundo empresarial, las relaciones laborales y las formas de consumo. Se trata de alteraciones en las reglas de funcionamiento de nuestras economías, que compiten en un orden globalizado donde controlar la Tecnología y el Data es una enorme ventaja. Y con múltiples implicaciones para la vida presente y la prosperidad futura de los europeos.
Todo ello arroja una certeza: para hacer frente a los retos del siglo XXI el componente tecnológico y digital es clave. Sólo con tecnología y data es posible hoy realizar análisis y diagnósticos; tomar decisiones con agilidad y fundamento; ejecutar acciones y hacer seguimiento. Sólo con tecnología y data un territorio es hoy dueño de su futuro, es soberano.
En la respuesta de la UE ante el reto de la revolución tecnológica y digital ESTÁN EN JUEGO TRES SOBERANÍAS EUROPEAS:
i. La Soberanía Política. Nuestra calidad democrática. Nuestra capacidad de decidir sobre nuestro propio futuro sin injerencias.
ii. La Soberanía Económica. Nuestra prosperidad. La capacidad de Europa de construir un futuro fértil para sí misma. Algo que hoy sólo se puede lograr con control sobre las tecnologías claves. Liderarlas para ser creadores y productores, no meros consumidores. Liderarlas para generar la riqueza necesaria y poder así garantizar en el futuro los derechos actuales de la ciudadanía europea.
iii. La Soberanía individual. Nuestros derechos y libertades. La capacidad de Europa para asegurar a sus ciudadanos que sus vidas se desarrollan en el entorno digital con los mismos derechos y garantías que fuera de la Red. Con respeto a las libertades cívicas. Con respeto a la privacidad. Con confianza digital.
4. La AETD: por un liderazgo tecnológico y digital para la UE
Somos ciudadanos europeos que defendemos que ‘Europa debe poder seguir siendo Europa’, con los mismos principios, valores y derechos, aún cuando nuevos cambios derivados de la Tecnología y la Sociedad Digital y del Data se sigan sucediendo.
Para ello sólo hay un camino: fortalecerse tecnológica y digitalmente, para garantizar una soberanía efectiva en lo político y social y un futuro próspero en lo económico y laboral. Para asegurar a los europeos el control sobre su propio futuro.
Pedimos ambición a las instituciones de la UE: aspirar al máximo liderazgo en las tecnologías que dan y darán forma a la sociedad del futuro. Europa cuenta con las bases necesarias para lograrlo: talento, conocimiento y creatividad; grandes compañías; start-ups; conectividad…
Europa no llega tarde a ese reto. La fusión entre tecnologías (como la robótica; la inteligencia artificial; la nanotecnología; la computación cuántica; la biotecnología; el internet de las cosas, etc.) desintegrará aún más las fronteras entre las esferas física, digital, y biológica, pudiendo dar lugar a cambios aún mayores a los ya vividos. La gran partida está aún por jugarse.
Defendemos una Transición Digital Europea que nos lleve a un liderazgo tecnológico, para poder seguir siendo la Europa que somos.